Con la ubicuidad de Internet y la abrumadora cantidad de pantallas que median nuestras prácticas cotidianas, la predominancia de la imagen en la vida diaria es indiscutible. La omnipresencia de la imagen ha guiado innumerables trabajos académicos centrados en lo visual. Por ejemplo, los estudios visuales y especialidades como la antropología visual destacan el valor etnográfico de las imágenes, que, tanto analógicas como digitales, se han convertido en poderosos vehículos para la construcción de conocimiento (Zirión, 2015; Gómez Cruz, 2012). Sin embargo, dado el predominio de lo visual, hemos descuidado la investigación respecto a otros sentidos; esta brecha se amplía aún más si consideramos su intersección con los estudios digitales.
Este post explora la relevancia de estudiar los sentidos, particularmente el oído y el tacto, desde una perspectiva antropológica digital, aprovechando la vasta oferta de contenido audiovisual y transmedia que ya existe en Internet: plataformas sociodigitales y servicios de streaming. No pretendo llegar a ideas concluyentes, sino más bien realizar un ejercicio reflexivo basado en esta línea de análisis. Para ello, recurriré a una serie de ejemplos específicos que he recopilado en los últimos años y que han inspirado la formulación de esta propuesta.
Evocando Sensaciones a Distancia
A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado transmitir sensaciones de forma remota, superando distancias temporales o geográficas. Para lograrlo, se ha valido de dispositivos como la palabra escrita, estilos pictóricos que emplean pinceladas expresivas que representen movimiento y ciertos colores para evocar frío o calor; la fotografía con sus juegos de luz y sombra, y el cine, con efectos especiales cada vez más realistas. La producción musical y de audio persiguen este objetivo con procesos sofisticados que buscan preservar y emular la fidelidad del sonido al máximo, envolviendo al oyente como si estuviera en el estudio. La lista también incluye Internet, junto con una amplia variedad de plataformas y dispositivos que se han vuelto ubicuos, mediando la mayoría de las prácticas en nuestras vidas diarias (Gomez Cruz, 2022), incluyendo la búsqueda incansable de evocar sensaciones a distancia.
Oído/Tacto
En los últimos años, he encontrado sitios web, servicios y contenidos en Internet que buscan estimular uno o más sentidos simultáneamente para producir efectos directos en el cuerpo, más allá de la mera percepción. Quizá el ejemplo más claro son los videos ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), que han ganado popularidad en los últimos años debido al realismo con el que inducen sensaciones a través de grabaciones binaurales. A través de sonidos suaves y repetitivos que emulan el roce de un objeto sobre la cabeza, las orejas o la cara, los videos ASMR pueden provocar respuestas fisiológicas como hormigueo en el cuero cabelludo o la nuca y erizar la espalda (Lohaus et al., 2023). Un ejemplo notable es el video “Your Oddly Specific Trigger Requests for Extra Sleepy Tingles” del artista ASMR Zeitgeist: la compilación de tres horas de sonidos variados, cuando se escucha con audífonos, inevitablemente pone la piel de gallina. Esta práctica se ha extendido a través de grandes comunidades de usuarios en Facebook, Reddit y YouTube, quienes, buscando tratar algún padecimiento como el insomnio, la ansiedad y la depresión, encuentran alivio en los videos ASMR y los “braingasms” u orgasmos cerebrales que producen estos contenidos. De acuerdo con Lewkowich (2022, p.125), algunos de estos usuarios se volvieron entusiastas del ASMR después de escuchar el tono reconfortante de Bob Ross mientras pintaba en la televisión pública en los años 80.
Oído/Imaginación
Aunque los videos de ASMR tienen la mayor capacidad para estimular el sentido del tacto a través del oído y la vista, he encontrado otros contenidos que también evocan atmósferas acogedoras como paisajes oníricos temporalmente distantes y escenas de intimidad cotidiana en casa, todo esto solo con el simple paneo de sonidos y algunos ruidos ahogados de fondo.
El canal de YouTube “Nemo’s Dreamscapes” construye atmósferas específicas basadas en escenas inaccesibles debido a la distancia temporal y geográfica que nos separa. Por ejemplo, el video “Oldies tocando en otra habitación mientras llueve” transporta a los espectadores a un paisaje nocturno en París de los años 20 del siglo pasado. Estos y otros paisajes oníricos en el canal están compuestos por música de las primeras décadas del siglo XX, junto con sonidos que emulan una lluvia ligera, truenos esporádicos o ruidos suaves que parecen venir de la habitación contigua. A diferencia de los videos ASMR, estas grabaciones no necesariamente tienen como objetivo provocar una respuesta fisiológica, sino más bien emocional, seduciendo al oído para estimular la imaginación y provocar una sensación de tranquilidad asociada con escenas acogedoras. El objetivo es evocar una atmósfera pacífica durante varias horas. El efecto también se logra mediante animaciones en bucle que acompañan a los paisajes oníricos en el video, como la cálida escena de Duquesa y O’Malley de Los Aristogatos mirando la Torre Eiffel desde su ventana mientras llueve.
Mientras que “Nemo’s Dreamscapes” permite a los usuarios adentrarse en imaginarios distantes, Terrell Davis (conocido como Mintybongwater en Instagram) crea contenido que permite a sus espectadores evocar escenas íntimas cotidianas. Davis es un creador de contenido en Instagram que se autodenomina dispensador de buenas vibras. Durante el confinamiento por COVID-19, comenzó a compartir videos pregrabados en los que se dirigía a alguien de su audiencia, un usuario imaginario como si estuviera justo allí con él. Preguntaba cómo iba su mañana mientras preparaba una infusión herbal o frutal para que la tomaran al comenzar el día. Una vez lista la infusión, la colocaba en la mesa, siempre advirtiendo que tuvieran cuidado para evitar quemaduras. Luego le regalaba un cristal de cuarzo para cubrir necesidades energéticas y una planta adecuada a su personalidad, dando instrucciones precisas sobre el riego y cuidado. Finalmente, Terrell se acercaba a la cámara, abriendo los brazos para despedir cariñosamente al espectador imaginario con un cálido abrazo consensuado y buenos deseos. Este video-ritual se repetía por la noche, esta vez con una infusión relajante que preparaba al espectador imaginario para la hora de dormir.
Los ejemplos anteriores destacan por su clara intención de transmitir sensaciones, su poder evocativo o su intento de superar distancias geográficas y temporales, ampliando la posibilidad de “estar allí” sin necesidad de desplazamiento físico. Mediaciones tecnológicas como estas permiten la incorporación de sensaciones que, hasta cierto punto, reproducen la realidad, de tal manera que al emularla, alcanzamos respuestas fisiológicas tangibles. ¿Qué podría ser más real que la piel de gallina desencadenada por un estímulo mediado digitalmente?
Mediación Digital de los Sentidos: Perspectivas Interdisciplinarias sobre Tecnología y Cultura
Esto es solo un ejemplo de lo que podríamos explorar en mayor profundidad al aprovechar los aportes de la antropología de los sentidos para entender mejor lo que significa “ser humano” (Ingold, 2020) en un momento en que Internet está incrustado en cada práctica y experiencia humana, incluida la percepción y el mundo sensorial (Gómez Cruz, 2022; Hine, 2015). Asimismo, una visión ampliada de la antropología de los sentidos abriría el espacio para examinar cómo algunos procesos cognitivos tradicionalmente estudiados por la psicología, como la imaginación y la memoria, se ven trastocados. Por ejemplo, las evocaciones que Nemo’s Dreamscapes busca estimular fomentan ejercicios lúdicos de imaginación y memoria que activan repertorios culturales promovidos por las industrias culturales durante décadas, como la atmósfera de una noche parisina de principios del siglo XX.
Esta perspectiva también brinda la oportunidad de revisitar categorías teóricas y analíticas clásicas de la antropología, como el juego (Huizinga, 1980) y el performance (Shechner, 2020; Butler, 2007), las cuales merecen ciertos matices a la luz de la dimensión digital de estos procesos. En los ejemplos presentados, hay un compromiso constante con mantener una actitud lúdica en las actuaciones realizadas, ya sea dispensando, practicando o consumiendo evocaciones. Los creadores de ASMR, por ejemplo, no solo se centran en la calidad del sonido, sino que también a menudo se involucran en la caracterización, el performance y el juego de roles[1]. En contenido que no es estrictamente ASMR, las evocaciones también van acompañadas de gestos con los que se “hace como si”. Por ejemplo, Mintybongwater “actúa como si” estuviera interactuando directamente con un usuario imaginado que necesita de un abrazo y cuidados.
Quizás podríamos intentar definir una tecnología de la sensorialidad. Con alusiones a conceptos como prácticas corporales (Muñiz, 2014), tecnologías de género (de Lauretis, 1989), tecnologías del gusto (Domínguez & Zirión, 2017), o la dimensión tecnológica de la voz (Domínguez, 2022), una tecnología de la sensorialidad distinguiría la red de actores humanos y no humanos involucrados en la configuración de percepciones particulares, como se observa en casos de ASMR y otros contenidos donde el objetivo no solo es la recreación o el entretenimiento, sino también mejoras en la salud física o psicológica a través de mediaciones tecnológicas como las presentadas aquí (Lohaus et al., 2023; Lewkowich, 2022; Smith & Snider, 2019).
Como mencioné al inicio de este texto, no busco conclusiones definitivas. En cambio, mi objetivo es establecer un precedente para una antropología digital de los sentidos como ejercicio reflexivo, como una propuesta para estimular la exploración e integración de diversos marcos teóricos y metodológicos. Una antropología digital de los sentidos tiene el potencial de fomentar el diálogo interdisciplinario para investigar con mayor profundidad la complejidad de los sentidos, las mediaciones tecnológicas del mundo sensorio y el papel de la cultura en las formas de sentir.
Nota
[1] Es común que los creadores de ASMR se vistan según el escenario que intentan evocar. Por ejemplo, Gibi ASMR se viste como una asistente ejecutiva que te recibe con té, fragancias y bocadillos después de una reunión estresante. Del mismo modo, ASMR Zeitgeist se viste como un barbero a punto de cortarte el cabello. Uno de los casos más intrigantes es el video “Marilyn Monroe te maquilla,” donde Maria Gentlewhispering interpreta a la cantante y actriz estadounidense, usando una peluca rubia clara, lápiz labial rojo y un lunar junto a su boca.
Este post fue curado por el editor colaborador Iván Flores.
Referencias
Butler, J. (2007). El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad. Paidós.
de Lauretis, T. (1989). Tecnologies of gender: essays on theory, film, and fiction. Indiana University Press.
Domínguez, A.L. (2022). Una historia cultural del grito. Penguin Random House.
Domínguez, A.L. y Zirión, A. (2017). Introducción al estudio de los sentidos. En A.L. Domínguez y A. Zirión (coords), La dimensión sensorial de la cultura. Diez contribuciones al estudio de los sentidos en México. (p.9-31). Universidad Autónoma Metropolitana / Ediciones del Lirio.
Gómez Cruz, E. (2022). Tecnologías Vitales. Pensar las culturas digitales desde Latinoamérica. Puerta Abierta/Universidad Panamericana
Gómez Cruz, E. (2012). De la cultura Kodak a la imagen en red. Una etnografía sobre fotografía digital. UOC Press.
Hine, C. (2015). Ethnography for the Internet. Embedded, embodied and everyday. Bloomsbury.
Huizinga, (1980). Homo Ludens. A study of the play-element in culture. Routledge & Kegan Paul.
Ingold, T. (2020). Antropología. Por qué importa. Alianza Editorial.
Lewkowich, D. (2022). ASMR Literacies: Toward a Posthuman Structure of Feeling. Knowledge Cultures, 10(2). https://doi.org/10.22381/kc10220226
Lohaus T., Yu¨ksekdag S., Bellingrath S., & Thoma P. (2023) The effects of Autonomous Sensory Meridian Response (ASMR) videos versus walking tour videos on ASMR experience, positive affect and state relaxation. PLoS ONE 18(1):e0277990. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0277990
Muñiz, E. (2014). Prácticas corporales, performatividad y género. La Cifra.
Schechner, R. (2020). Performance Studies. An introduction. Routledge.
Smith, N. & Snider, A.M. (2019). ASMR, affect and digitally-mediated intimacy. Emotion, space and society. 30, 41-48. https://doi.org/10.1016/j.emospa.2018.11.002
Zirión, A. (2015). Miradas cómplices: cine etnográfico, estrategias colaborativas y antropología visual aplicada. Iztapalapa. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades (78), 45-70. http://dx.doi.org/10.28928/revistaiztapalapa/782015/atc2/zirionpereza